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Internacional

Un nuevo terremoto deja 82 muertos en Indonesia

Al menos 82 personas han muerto y decenas han resultado heridas en un nuevo terremoto que ha sacudido este domingo la turística isla de Lombok, situada en Indonesia, según fuentes la Agencia para la Gestión de Desastres del país. Hace una semana un seísmo de magnitud 6,4 causó en la misma isla la muerte de al menos 16 personas y 355 heridos.

Las víctimas incluyen un niño de un año y un hombre de 72 años. Al menos 52 personas resultaron heridas, agregó. El jefe regional de la Agencia de Gestión de Desastres, Mohammad Rum, aseveró que parte de las víctimas fallecieron en el acto debido en algunos casos a derrumbes en edificios y otras murieron en el hospital, informan medios locales.

Este domingo, el temblor ha tenido una magnitud de 7 y se ha registrado a una profundidad de 10 kilómetros, según el Servicio Geológico de Estados Unidos, en un punto a 2,4 kilómetros al este de Loloan, una localidad en el norte de la isla.

Michael Dempsey, un consultor irlandés de 53 años, salía de una tienda de alimentación cuando todo empezó a temblar. “Los productos caían de las estanterías, los muros se agrietaban. El personal de la tienda gritó a todo el mundo que corrieran. Una de las dependientas, visiblemente alterada, rompió a llorar”, cuenta Dempsey. “Algunos rezaban en voz alta Allahu akbar, allahu akbar[Alá es el más grande]. “El techo de la tienda, de hierro corrugado, hacía un ruido terrible. Era evidente que había sido algo muy fuerte, añade. “La electricidad se fue. Y, de repente, todo el mundo estaba en la calle”.

La Agencia Nacional de Gestión de Desastres ha retirado el aviso de tsunami que había lanzado poco después del seísmo. Tan solo se ha registrado maremotos de poca entidad, que entraron en tierra con alturas de 10 a 13 centímetros, ha precisado el organismo indonesio.

La tierra comenzó a temblar a las 19.46 hora local en el segundo terremoto que golpea la zona en plena temporada alta para el sector turístico. En la localidad de Senggigi, el principal centro turístico de la isla, se vivieron momentos de pánico entre la multitud de visitantes que estos días disfrutan de sus vacaciones en la isla.

La intensidad de temblor fue creciendo hasta llegar a afectar a las techumbres de los edificios y provocar una precipitada salida de los edificios, en la que muchas personas resultaron heridas con cortes y magulladuras. Sonó una sirena y los indonesios indicaron inmediatamente a los extranjeros que huían de los edificios que debían dirigirse a las zonas altas de la isla por unas rutas bien señalizadas en una zona donde los temblores de tierra y el riesgo de tsunami son frecuentes.

El hotel de Dempsey era el único edificio con luz en la zona, pero no pudo regresar a su habitación. “Los encargados de seguridad estaban mandando a la gente hacia la montaña, por la alerta de tsunami. Subimos cerro arriba, unos catorce metros, y esperamos allí hasta que nos avisaron de que la alerta de tsunami se había acabado”, relata.

Entre lágrimas, empleados de los locales turísticos trataban de contactar con sus familiares por teléfono en la oscuridad, ya que el terremoto dejó sin suministro eléctrico a buena parte de la zona turística. Con la retirada de la alerta de tsunami la isla empezó a recuperar la tranquilidad, aunque grupos de personas se mantuvieron en las laderas por temor a las réplicas.

La calle principal de Senggigi quedó cubierta de escombros, aunque la mayoría de los edificios permanecen en pie. También se han registrado daños materiales en la ciudad más grande de la isla, Mataram, ya deteriorada por el último terremoto.

Tras el temblor de magnitud 7 se registraron otros dos de menor intensidad, uno de ellos de magnitud 5.4, y veinte réplicas.

(Fuente: El País)

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