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Sin ningún anuncio económico, Alberto Fernández dio inicio al 138º período de sesiones ordinarias del Congreso

Sin anuncios económicos -un breve repaso por la herencia recibida, a la que calificó como “extremadamente delicada”- y ni un solo grito de reprobación por parte de la oposición, Alberto Fernández centró su discurso de una hora y veinte minutos de inauguración del período de sesiones ordinarias del Congreso en el envío del proyecto de ley de legalización del aborto y un paquete de medidas vinculadas a la reforma judicial, los dos pasajes de su mensaje más celebrados por el Parlamento.

“Quiero ahora abordar un tema que llevamos mucho tiempo debatiéndolo entre nosotros. Se que para muchos es un tema que tiene profundas implicancias personales. Todos saben de lo que estoy hablando. El aborto sucede. Es un hecho. Y es solo la hipocresía que a veces nos atrapa la que nos hace caer en un debate como este. Por eso, dentro de los próximos diez días presentaré un proyecto de ley de interrupción voluntaria del embarazo que legalice el aborto en el tiempo inicial del embarazo y permita a las mujeres acceder al sistema de salud cuando toman la decisión de abortar”, resaltó el Presidente cuando promediaba una hora de su primer mensaje a la asamblea legislativa, y despertó la mayor ovación en el recinto.

Al comienzo de su discurso, el mandatario había agradecido al Papa Francisco, a quien visitó a fines de enero, por “su llamamiento a construir una economía con alma”. En esa línea, después de la festejada mención del aborto, Fernández anunció el envío de un proyecto del “plan de los mil días, para garantizar la atención y el cuidado integral de la vida y de la salud de la mujer embarazada y de sus hijos o hijas en los primeros años de vida”.

Esteban Bullrich y Silvia Elías de Pérez, dos de los senadores más celestes de la oposición, festejaron, con cautela, el anuncio.

El jefe de Estado, acompañado en primera fila por su pareja, Fabiola Yáñez, aseguró que enviaría un proyecto para “promover y estimular” el sector de hidrocarburos; la creación del “consejo económico y social para el desarrollo argentino”; un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) previsto para la próxima semana para modificar la ley de inteligencia “impidiendo a los organismos de inteligencia realizar tareas represivas, poseer facultades compulsivas, cumplir funciones policiales o desarrollar tareas de investigación criminal como auxiliares de la Justicia; “tres proyectos de ley” para afianzar el reclamo de soberanía de las Islas Malvinas, y un programa de “innovadores de Gobierno” para premiar al empleado estatal, que recordó como una vieja de Raúl Alfonsín.

“A veintiséis años del atentado a la AMIA, ordenaré a la Agencia Federal de Investigaciones (sic) desclasificar los testimonios secretos brindados por agentes de inteligencia en los juicios en los que fuera investigado el hecho y la responsabilidad de funcionarios del Estado en el encubrimiento del mismo. Lo mismo haremos con toda documentación reservada que exista en el organismo sobre el tema”, tiró primero el Presidente, y recibió la aprobación de su bloque y de Cambiemos.

Luego avanzó sobre el proyecto para reformar la Justicia Federal, que será impulsado “en los próximos días”. “Vengo a asumir un compromiso que jamás quebraré: en este tiempo de la Argentina en el que nos toca gobernar, venimos a ponerle fin a la designación de jueces amigos, a la manipulación judicial, a la utilización política de la Justicia y al nombramiento de jueces dependientes de poderes inconfesables de cualquier naturaleza”.

De esa forma anunció la creación de un nuevo fuero federal penal “que unificará a fueros penales que hoy tienen jurisdicción en el ámbito de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires”.

“Transferiremos parte de esa jurisdicción a la Ciudad que allí logrará su plena autonomía. De este modo, los delitos contra la función pública a los que incurran funcionarios del Estado Nacional dejarán de estar en manos de unos pocos jueces para pasar a ser juzgados por más de medio centenar de magistrados”, sentenció. “Estamos terminando para siempre en la Argentina con la manipulación de sorteos, la concentración de procesos que el oligopolio de jueces federales ha permitido”.

“De la mano de la puesta en marcha del nuevo sistema acusatorio penal, vamos a impulsar un fortalecimiento de toda la actuación de la Justicia Federal penal en las zonas más críticas, donde el crimen organizado ha logrado desarrollarse a través del narcotráfico”, señaló, con especial hincapié en la zona de la ciudad de Rosario y Santa Fe.

Ese reordenamiento, que tendrá “un profundo sentido federal”, indicó, “consolida por un lado la autonomía de la Ciudad de Buenos Aires en su justicia penal local y aumenta la actuación de jueces y fiscales en la zona de Rosario y Santa Fe”. Allí, el Gobierno impulsará la creación de una nueva sala y una Secretaría de Narcotráfico en la Cámara Federal de Apelaciones de Rosario y la creación de nuevos cargos auxiliares fiscales y asistentes fiscales bajo la órbita de un coordinador del distrito.

Luego se refirió a la lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado. “No es un show mediático, sino un compromiso estructural, sustentable y permanente para mi Gobierno, que apunte a las raíces profundas de la impunidad”, manifestó y señaló que el objetivo enunciado de reducir el narcotráfico de la gestión anterior “fue más retórico que efectivo”. “Los operativos crecieron, el narcomenudeo se expandió y la cantidad de drogas secuestrada bajó”, aseguró.

“Orientamos ahora a las fuerzas de seguridad federales a la destrucción de las grandes redes criminales, para lo cual se fortalecerá la inteligencia e investigación de delitos federales como el narcotráfico y organizaciones delictivas”, agregó. “Inauguramos un camino de prevención de la violencia a través de la negociación de la conflictividad. Por eso apostamos al diálogo entre los Jefes de las Fuerzas de Seguridad y las Organizaciones que han contenido la conflictividad social en estos tiempos de emergencia y angustia”. Ese dialógo, señaló Fernández, “es un mojón en la elaboración de instancias para mitigar la violencia” para “anticiparnos a los conflictos” y “resolverlos de manera pacífica, evitando la criminalización de grupos o sectores sociales”.

En el cierre de este eje en particular también apuntó hacia la Defensa Nacional. “Venimos a reafirmar la conducción civil de la Fuerzas Armadas y de la Política de Defensa, la adecuación del Instrumento Militar a las funciones propias de las Fuerzas Armadas y el no involucramiento de las FFAA en cuestiones de seguridad interior”, expresó el presidente. “Celebramos que por primera vez en la historia tenemos Jefes de las Fuerzas Armadas que pertenecen a la generación que ha egresado como oficiales en pleno funcionamiento de la democracia”.

Por otra parte, Fernández se refirió al campo: “El campo debe ser un protagonista. Los hemos convocado para que participen en la lucha contra el hambre. Pero también deben hacer el esfuerzo quienes producen y exportan. Que el campo crezca es uno de nuestros objetivos”.

En ese marco, se refirió a las negociaciones por la suba de retenciones a la soja y remarcó: “Hemos hecho una propuesta generosa en materia de derechos de exportación en la que solo se incrementa uno de un total de 25 cultivos que hoy están afectados por esos derechos. La propuesta respeta en un todo las condiciones que nos fueran impuestas por la Ley de Solidaridad. Eso resulta favorable para muchos cultivos pero especialmente para el desarrollo de las economías regionales”.

Lejos de confrontar con el sector agropecuario, Fernández lo llamó a encontrar el camino para preservar el desarrollo. “Deben ser un protagonista importante. Queremos que luchen contra le hambre”, destacó. Y agregó: “Que el campo crezca es uno de nuestros objetivos. Queremos que tengan más fácil acceso al crédito. Queremos lograr el desarrollo a través de la inversión productiva y la generación de empleo”.

En un tramo de si discurso ante la Asamblea Legislativa, el Presidente se refirió a lo que el campo le puede aportar al país en la lucha contra el hambre. “Cereales, carne leche, tienen mucho que dar a los que necesitan”, subrayó al tiempo que insistió: “pero también deben hacer el esfuerzo aquellos que producen y exportan porque tienen mejores condiciones en la Argentina de hoy”.

(Fuente: Infobae)

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