“La pequeña empresa tributa un impuesto injusto e irreal”

El presidente de CAME sostuvo que la discusión del momento son los problemas estructurales que tiene la pequeña empresa: impositivos, laborales y financieros.

El presidente de la Confederación Argentina de Mediana Empresa, Gerardo Díaz Beltran, remarcó: “Es indudable que el esquema impositivo en Argentina necesita imperiosamente tener un debate serio y responsable; evitar mezquindades y trabajar fuertemente, sobre todo en el segmento de las pequeñas y medianas empresas que representamos.

Definió a la CAME como “la entidad de Pymes más grande del país” por la representatividad territorial. “Estamos en absolutamente todas las provincias del país y en todas las grandes o medianas ciudades; con todo un abanico del sector primario, comercios, industria, turismo, servicios, construcción, y la cámara nacional de jóvenes empresarios; también tenemos una gran representatividad de mujeres CAME a nivel nacional”.

En relación al contexto actual, comentó que “la situación de pandemia generó desde trabajos con mucha urgencia hasta improvisaciones”. En ese sentido, refirió a las medidas adoptadas por el Gobierno nacional, como los programas ATP, para ayudar al sector.

“La gran discusión del momento es ver cómo podemos corregir los problemas estructurales que tiene la pequeña empresa en la Argentina: financieros, laborales, impositivos, de logística“, dijo Beltran. A su vez, señaló que “el conjunto de esto es lo que sostiene la economía nacional; las Pymes representan más del 40% del PBI y somos el 70% del empleo formal”. Es por eso que “hoy preocupa el nivel de informalidad impositivo y laboral que crece en Argentina”.

“La verdadera afección que hemos tenido en la pandemia vamos a empezar a sentir ahora. Las empresas que pudieron sostenerse ahora van a tener que empezar a hacer frente a los costos de alquileres, impuestos. Hemos tenido una suerte de semi-congelamiento de muchos costos operativos, que nos permitió ir sobrellevando y subsistiendo, pero ahora se está empezando a poner blanco sobre negro”, advirtió.

El presidente de CAME consideró que “es verdad que la actividad va a tener algún índice mejor que el año pasado; pero es casi incomparable porque estaba todo cerrado. El mercado no está receptivo para que una pequeña empresa soporte esta carga de todo tipo y blanqueada”.

La estructura de la pequeña empresa

“Falta una reforma estructural, no pasa por retocar algún impuesto o no y dejar el resto de la estructura impositiva, laboral y financiera. Hoy trabajamos fuertemente en poder tener un documento y aportar alguna suerte de flexibilización o modernización de algún aspecto del sistema laboral. Hace mucha falta esto para que sigamos teniendo la posibilidad de sostener el empleo actual y generar nuevos puestos de trabajo; fundamentalmente de todos aquellos que se perdieron”, sostuvo Beltran.

Por otra parte, analizó que “sería terrible que las provincias incrementen el ingreso bruto. Que las provincias lo necesitan y que lo tienen que recaudar para sostenerse, no cabe ni una duda. Pero es el impuesto más regresivo y distorsivo que tenemos en Argentina”.

En relación a las Ganancias, el empresario subrayó que “toda modificación y disminución de un impuesto de un tributo en Argentina es absolutamente bienvenido. Un asalariado que no tenga que pagar ganancias se vuelca al consumo, que es lo que realmente hace falta estimular”.

“El impuesto a las Ganancias es complejísimo. Una empresa pequeña está financiando al Estado nacional, porque con los anticipos que hay que pagar, damos lo que supuestamente vamos a ganar ese año. Cuando tenemos que tomarnos el crédito de esa ganancia en la próxima declaración jurada, pasaron 12 meses con una inflación que se estima en el 40%, y se diluyó lo que aportamos a cuentas”, explicó.

Por tal motivo, se plantea desde hace tiempo cambiar el concepto de impuesto a las ganancias para la pequeña empresa. De lo contrario, se trata de “pagar un 25% el primer anticipo financieramente genera un quebranto muy grande; y después pagar 9 anticipos para el Estado Nacional, que presume que el próximo año voy a ganar lo que gané este año”.

Beltrán recordó que “a partir del gobierno de Duahlde los balances no se pueden actualizar. Por lo tanto, una pequeña empresa paga hace muchos años una ganancia que no es real. Hace un par de años se empezó a hacer ajuste por inflación de los balances, pero muy gradualmente: se ajustan en 6 años”. “Lo pagamos todos de alguna manera u otra, no importa la actividad o el nivel de salario que podamos tener”, concluyó.