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Obras del GNEA: denuncia penal por su suspensión

Integración Energética Argentina presentó ante los Tribunales Federales la denuncia por “la ilegítima y arbitraria suspensión” de las obras; dispuesta en 2018 por la anterior conducción de la empresa, que afectó a Formosa, Misiones y Corrientes por el recorte de la traza.


Las autoridades de la empresa Integración Energética Argentina (IEASA, ex ENARSA) realizaron una presentación judicial ante los Tribunales Federales denunciando “la ilegítima y arbitraria suspensión” de las obras del Gasoducto del Noreste Argentino (GNEA); dispuesta por la gestión de la compañía en el año 2018.

Según se indica en un comunicado oficial difundido esta semana, iniciada la construcción del GNEA en el año 2015, el estado de avance de las obras al mes de agosto de 2018 era de más del 90% en la mayoría de sus tramos; quedando 6 meses de trabajos para finalizar todas las obras y brindar el servicio de gas natural a una vasta región del país.

La denuncia presentada por la actual conducción de IEASA tiene su origen, precisamente, a partir del mes de agosto del 2018; cuando la empresa suspendió “de manera unilateral, ilegítima y arbitraria” todos los trabajos de esas licitaciones en el avanzado estado en el que se encontraban todas las obras.

La denuncia –según se indicó- acredita con informes y documentación, que la suspensión de una de las obras de mayor magnitud e importancia que llevaba adelante el Estado Nacional, a través de IEASA, fue producto de “una decisión ilegal, que causó pérdidas económicas al Estado Nacional y dejó sin la posibilidad de acceder al servicio del gas natural a miles de ciudadanos argentinos, sin ningún tipo de causa ni fundamento que pudiera invocarse para ello”.

Llegar con el servicio a la región

El mismo comunicado recuerda que el Poder Ejecutivo Nacional, mediante el dictado del Decreto N° 267 del 27 de marzo de 2007, declaró de Interés Público Nacional la construcción del Gasoducto del Noreste Argentino. El objetivo es promover el abastecimiento de gas natural en las regiones del Noreste Argentino no cubiertas actualmente con dicho servicio; además de contribuir a asegurar el abastecimiento doméstico de energía y aumentar la confiabilidad del sistema energético. 

En ese marco, se nominó a ENARSA -hoy IEASA- como responsable de la construcción, mantenimiento, operación y prestación del servicio de transporte de gas natural del GNEA; especificando la traza provisoria del Gasoducto.

El GNEA constituye la columna vertebral del transporte de gas del Noreste Argentino recorriendo las provincias de Santa Fe, Chaco, Formosa y Salta. Se divide en ramales y troncal: el gasoducto troncal principal tiene una longitud de aproximadamente 1500 km de 24 pulgadas de diámetro y que, sumando los ramales de aproximación, alcanza un total de aproximadamente 3000 km de longitud.

Reinicio de obras paralizadas

La actual gestión de IEASA, junto con el apoyo y asistencia de la Secretaría de Energía de la Nación, reinició las obras pendientes; con el objeto de poder brindar el servicio de gas natural a las comunidades alcanzadas por la traza del GNEA. De esta manera, se daría efectivo cumplimiento al interés público que motivó la construcción de este gasoducto.

Por otra parte, se confirmó recientemente desde la Nación que, para una etapa posterior en la reactivación de obras del GNEA “se trabajará en alternativas para incorporar a los 350 mil hogares de las provincias de Misiones y Corrientes; las cuales, por una decisión política de 2017, fueron excluidas”.

Cuando Corrientes y Misiones quedaron al margen

Durante la gestión de Mauricio Macri se redujo sustancialmente el alcance del Gasoducto del NEA. En su versión original, el proyecto contemplaba llevar el gas a varias provincias que no contaban con el recurso, entre ellas, Corrientes y Misiones. Luego de las modificaciones introducidas, se previó la continuidad hasta finalizar la construcción de un gasoducto de 1448 kilómetros para llevar el gas de Bolivia a través de Salta, Formosa, Chaco y Santa Fe hasta las cercanías de Buenos Aires.

La intención oficial era que, una vez terminado, el GNEA sirviera para traer gas de Bolivia; lo que supondría un aumento de las exportaciones a la Argentina. Las obras proyectadas incluían ramales troncales y algunos de aproximación; pero no el cruce por el río Paraná desde Chaco a Corrientes y la extensión a Misiones.

Aunque el rediseño incluía a Formosa, fue una de las provincias afectadas por la paralización de obras; admitida en 2017 por el propio presidente de IEASA, Mario Dell’Aqua. En declaraciones a un medio de la provincia de Santa Fe, había señalado que no había “capacidad” de completar esos trabajos y por eso quedaban “postergados”. 

El GNEA llegó, desde Salta y Chaco, hasta los límites de ambas provincias con Formosa; donde restaban finalizar poco más de 110 kilómetros de tramos troncales. Esos trabajos se están reiniciando a partir de este mes. Ese trayecto es fundamental para conectar a las tres provincias con el Gasoducto Juana Azurduy, en el límite con Bolivia; que originariamente sería el proveedor de gas natural para el Noreste Argentino. 

Otro detalle sobre las contingencias que sufrió el Gasoducto es que, en agosto de 2017, IEASA volvió a licitar un tramo en la provincia de Salta, tras rescindir el contrato con la empresa Servicios Vertúa. El trayecto que debía completarse con una nueva contratación era de 125 kilómetros de cañería entre Campo Durán (Aguaray) y el límite con Formosa (Capitán Pagé).

Chaco: obras terminadas con servicio limitado

En el Chaco, las obras del GNEA fueron concluidas entre 2018 y 2019; tanto las del ramal troncal como las de los ramales de aproximación que llegan a 30 localidades. 

A fines de junio de 2019, Integración Energética Argentina y Gas NEA firmaron el acuerdo para la transferencia de instalaciones y construcciones del Gasoducto del NEA (plantas de regulación y ramales de aproximación); para su operación en Resistencia, Sáenz Peña, Puerto Tirol y Fontana. De hecho, en la capital chaqueña y en el parque industrial de Tirol ya hay operativas conexiones domiciliarias con el servicio de gas natural.

El tramo troncal del GNEA llega al Chaco desde Santa Fe y atraviesa la provincia hasta el río Bermejo; en una extensión de 172 kilómetros en total hasta el límite con Formosa. En principio, estaba previsto el abastecimiento desde Bolivia, a través del Gasoducto Juana Azurduy, pero finalmente el gas al Chaco llega desde el sur y es de producción nacional

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