Femicidios: en cuarentena ocurría uno cada 29 horas

Desde el Observatorio MumaLá reclaman la Emergencia Nacional Ni Una Menos; mientras insisten en la prevención de femicidios y en la importancia de la Educación Sexual Integral.

La coordinadora del Observatorio Nacional MumaLá, Silvia Ferreyra, compartió números respecto a la cantidad de femicidios en lo que va del 2021. “El 24% había buscado ayuda del Estado”, remarcó al insistir en el rol estatal para cumplir políticas que ya están aprobadas pero no se cumplen.

“Siempre reclamamos ante las cifras que nos golpean mes a mes con este observatorio, que llevamos adelante desde 2015: la mejor respuesta es la prevención. Después todas las políticas que se realizan sobre los hechos consumados lamentan vidas; y en la prevención necesitamos rápidamente transformar el basamento cultural que da pie a este machismo que da consecuencia de un femicidio cada 39 horas en nuestro país“, dijo. Agregó que “se trata de transformar estos estereotipos culturales que están fuertemente arraigados en nuestra sociedad para poder transformarla hacia una sociedad más inclusiva”.

En ese sentido, destacó que “la Educación Sexual Integral es una ley sancionada hace muchos años ya y necesitamos que se instrumente. Son muy pocas las jurisdicciones que la están llevando adelante. En el marco de la pandemia, con la virtualidad, mucho menos. La necesitamos por los contenidos que brinda, que superan estrictamente la Educación Sexual y la sexualidad. Tiene que ver con las transformaciones culturales, los estereotipos, el modelo de masculinidad hegemónico en nuestra sociedad que tenemos asentado en la violencia, en la supremacía de un ser sobre el otro, en ser dominante. Necesitamos tener varones mucho más inclusivos, solidarios y sensibles.

A modo de ejemplo, Ferreyra refirió al mundo del Deporte, donde “por suerte, en los últimos tiempos, venimos ganando terrenos las mujeres y también las diversidades; porque no solamente recae sobre nuestras espaldas el tema de los estereotipos”. “Las diversidades sexuales y las distintas identidades de género también son víctimas de estos estereotipos hegemónicos que nos dicen qué tenemos que ser o qué no”, subrayó.

Y analizó: “En todas las carreras que tienen que ver con las ‘Ciencias Duras’ cada vez más mujeres ganamos terreno; porque tiene que ver también cómo se estimula esta inclusión en un montón de terrenos donde históricamente hemos estado renegadas o hemos estado presentes pero se nos ha invisibilizado en forma permanente”.

Femicidios, en números

“Tenemos cifras que nos siguen golpeando”, advirtió Ferreyra. “En lo que va del año tenemos 117 muertes violentas; donde están incluidos los femicidios, que tenemos 74 en lo que va del año, tal cual establece el Código Penal de nuestro país. A la vez, tenemos otras 22 muertes que si bien no están caratuladas como femicidios, son muertes violentas vinculadas a actividades delictivas, al narcotráfico o al ajuste de cuentas; donde las mujeres son blanco antes que cualquier otra víctima. Tenemos también otros 11 casos en investigación, donde todavía no hay información suficiente para dar cuenta del femicidio y 6 suicidios femicidas; son muertes que se producen motivadas por la violencia de género. Se tratan de situaciones de abuso sexual intrafamiliar o situaciones de acoso y violencia con insistencia que derivan en un suicidio”, explicó.

Además, señaló que “los datos relevan que más del 60% de los femicidios han sido cometidos en el hogar de la víctima o en un hogar compartido por el victimario”. “El hogar no es el lugar más seguro para quienes atraviesan estas situaciones de violencia. No es solamente el tema de la violencia, sino también el entorno que debiera rodear a quienes atraviesan estas situaciones; en mayores restricciones de circulación se impide un abordaje más solido para organizaciones como la nuestra, que acompaña en todo el proceso”, observó.

En tanto, reclamó que “en todas las áreas de Género o de Mujeres a nivel local, si bien son declaradas esenciales quienes brindan asistencia a víctimas de violencia, sabemos que no en todos lados se cumple. Hay una exigencia muy grande en el primer nivel de atención, que es el que debiera estar más fortalecido”. “Una va a buscar ayuda y siempre hay una primera alerta, que muchas veces lamentamos que no se escuche o no se asista. Nosotras en conurbano permanentemente acompañamos a personas que necesitan rápidamente medidas de protección y las derivan de una comisaría a otra; o las subestiman en situación de riesgo”, añadió.

La coordinadora del Observatorio MumaLá indicó que “el 24% de las víctimas habían acudido al Estado a buscar ayuda y derivaron en femicidios. Una parte importante de esas víctimas tenía libradas medidas de protección y sin embargo tuvieron ese destino”.

“Nos parece que la pandemia agrava esta situación y limita la posibilidad de poder conseguir recursos para lograr una economía autónoma del agresor. La víctima no está ajena a ese círculo de violencia que, en definitiva, es un ejercicio de poder, y no es sencillo salir de ahí. Por eso se requiere la asistencia de un equipo interdisciplinario”, consideró.

Emergencia Ni Una Menos

“Reclamamos que sea el Estado que cumpla la función que tiene que cumplir. Estamos en alerta porque no nos es indiferente que la cadena de instituciones no funcione. No podemos seguir designándonos a tener un femicidio cada determinada cantidad de horas; cada 29 horas tuvimos durante la cuarentena del año pasado”, recalcó Ferreyra.

Al respecto, informó: “Hemos presentado un proyecto de ley que se llama Emergencia Ni Una Menos, donde le decimos al Gobierno cuáles son, a nuestro entender, aquellas políticas que debieran estar aplicándose. Casi todas están aprobadas en distintas leyes pero se tienen que aplicar, para poder prevenir todas estas muertes”.