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Ciencias

Entierros ecológicos, ¿el fin de los ataúdes?

La Cápsula Mundi es una idea para que los cuerpos de los fallecidos se conviertan en árboles. Abre el debate sobre cómo serán los entierros en las próximas décadas.


Cuando un funeral entra en conversación, las primeras representaciones que acompañan son ataúdes, lápidas de cemento y grandes cementerios.

Sin embargo, la empresa Cápsula Mundi está propiciando un enfoque diferente en la forma de concebir la muerte. Bajo el lema de La vida nunca se detiene, este proyecto cultural está creando un nuevo método de entierro único que convierte al difunto en un árbol.

Si bien existen múltiples ofertas sobre “estilo de vida”, no sucede lo mismo con la elección del “estilo de muerte”. Por el momento, no es posible elegir cómo morirse y las decisiones a tomar con un cuerpo difunto son muy limitadas.

Por eso mismo, hacer de la muerte un acontecimiento respetuoso con el medio ambiente podría ser una de las opciones que alivien la angustia existencial más antigua que se conoce.

Cementerios sagrados

Se trata de cápsulas orgánicas en las que se introducen en postura fetal los cuerpos fallecidos. Con los años, se convierten en el recuerdo en forma de árbol de la persona fallecida dando lugar a bonitos “cementerios sagrados”.

Estas cápsulas con forma de huevo están hechas con materiales 100% biodegradables, por lo que se descomponen por sí mismas en la tierra. El cuerpo en el interior también se descompone y se transforma en nutrientes, que a su vez, son absorbidos por las raíces del árbol que se encuentra justo encima.

Actualmente, para hacer un atáud se debe cortar un árbol. El ataúd tiene un ciclo de vida corto y un fuerte impacto ambiental. Cabe resaltar que un árbol tarda entre 10 y 40 años en alcanzar la madurez y que, cada año se talan millones de árboles para construir ataúdes. Esta nueva propuesta de entierro es sin duda una alternativa ecológica: se plantan árboles en lugar de talarlos.

La propuesta contempla dos opciones: las cenizas se mantendrán en pequeñas urnas biológicas en forma de huevo, mientras que los cuerpos se colocarán en posición fetal en vainas más grandes. La cápsula será enterrada como una semilla en la tierra y el árbol, elegido en vida por el difunto, se plantará encima de ella.

Cápsula Mundi fue diseñada en 2015 por Raoul Bretzel y Anna Citelli, dos italianos cuyo objetivo es ver cementerios llenos de árboles.

Se propone que los cementerios adquieran una nueva apariencia para que, en lugar de los paisaje grises y fríos que vemos hoy, crezcan bosques vibrantes llenos de calidez y vida. Permite a los seres queridos vivir para siempre como parte de un árbol.

Aunque la idea de urnas biodegradables esta idea está avanzando muy rápidamente, todavía hay algunas torceduras que deben ser resueltas antes de que pueda ser liberada completamente.

Hasta entonces, Cápsula Mundi ofrece una urna biodegradable que funciona más o menos de la misma manera, pero con cenizas para los que fueron incinerados.

¿Quién no elegiría, una vez muerto, poder convertirse en nutriente para su árbol favorito y acabar “siendo” un ejemplar de esa especie vegetal siempre perenne? ¿Quién no preferiría “ser” un liquidámbar o un roble que brota de la tierra en lugar de yacer bajo la misma? ¿Qué hay, en definitiva, más simbólico que volver a la tierra al morir y que nuestros seres queridos nos recuerden a través de algo vivo?

Fuente: Cultura Filosófica.

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