Cambiemos: ¿si abrimos una “puerta peronista” en el Gobierno

A Frigerio y Monzó les costó en su momento un aislamiento rotundo del sector del Gobierno liderado por Peña cuando ambos propusieron esta misma idea de tender puentes y sumar peronismo a la Casa Rosada.

Entrañable amigo de Macri e histórico integrante del peronismo, Puerta podría transformarse en el engranaje ideal, señalan quienes impulsan esta idea. El embajador argentino en España estuvo cenando la semana pasada en Olivos. Allí Puerta insistió con establecer un plan de gobierno con un shock de medidas económicas y la posibilidad concreta de “ampliar la base de sustentación” con una pata peronista.

Para poner en marcha este esquema, Puerta solo puso una condición inflexible: se requerirá antes de ello un acuerdo programático con el peronismo dialoguista encumbrado por Miguel Pichetto, Juan Manuel Urtubey, Juan Schiaretti e incluso con Sergio Massa.

La idea de aquellos referentes como Vidal o Rodríguez Larreta que plantean este puente tendido con el peronismo racional choca frontalmente con la oposición cerrada de Marcos Peña, Mario Quintana y Gustavo Lopetegui. Estos creen que arrimar una pata peronista en el gobierno en estos momentos sería una “clara muestra de debilidad” del Presidente.

Se trata en esta instancia entonces de un debate interno del gobierno entre los “amarillistas” del PRO y los “acuerdistas con el peronismo”, como definieron varias fuentes consultadas. Macri es en definitiva quien debe dirimir el asunto.

En paralelo a esto, un grupo de ex ministros del gobierno de Eduardo Duhalde se reunirá la semana que viene para acercar un documento al gobierno con algunas propuestas para sacar a la Argentina de la crisis.

“Aquí no se quiere cogobernar ni nada que se le parezca. Solo se trata de proponer ideas para enfrentar la crisis económica”, dijo uno de los referentes de este convite. Duhalde no participará del encuentro pero ya se autoconvocaron sus ex ministros Roberto Lavagna, Ignacio de Mendiguren y Alfredo Atanasoff, entre otros.

Aquellos referentes del gobierno que tienen un diálogo fluido con el peronismo racional creen que sería “un crimen” en estos momentos de incertidumbre no abrirse al diálogo y a la apertura de ideas en el gobierno con un referente del peronismo.

En esta línea que abonan tanto Frigerio como Vidal y Larreta se cree incluso que esta posibilidad de sumar una pata peronista al gobierno sería una buena alternativa para dar con un acuerdo más cerrado del presupuesto 2019 con las metas fiscales que plantea el FMI, que profundizan el ajuste del 1,3% del achicamiento de déficit fiscal.

También en esta idea de sumar peronismo creen que se allanará más el camino en el Congreso para avanzar con algunas de las medidas que este fin de semana se elaborarán en Olivos para desterrar de una vez la crisis cambiaria.  Pero una vez más: Macri es quien tiene la última palabra y hasta ahora no parece convencido de emitir un gesto en ese sentido.